La exfoliación es una técnica de cuidado de la piel en la que eliminas las células muertas de la capa superior de la piel. Al eliminar esta capa, la exfoliación ayuda a iluminar el cutis y permite que los productos para el cuidado de la piel penetren más profundamente, haciendo que funcionen mejor. Es especialmente útil a medida que envejecemos y la renovación celular se ralentiza para evitar que la piel se vea opaca, descolorida y rota por poros obstruidos.
De hecho, esas células muertas en la piel pueden bloquear la actuación de los productos para el cuidado de la piel y no son absorbidos debidamente. Lo mismo pasa con el maquillaje, una aplicación de base de maquillaje uniforme nunca sucederá si la superficie de la piel es áspera por las células muertas microscópicas. Por lo tanto, el resultado de la exfoliación será una piel brillante, uniforme y suave.
Hay dos tipos de exfoliación: mecánica y química. La exfoliación mecánica (o física) es el clásico método que probablemente te viene a la mente cuando piensas en exfoliación. Esta técnica requiere el uso de exfoliantes granulados y cepillos exfoliantes, cualquier cosa que requiera una fuerza física para eliminar las células muertas de la piel. A pesar de que son muy populares, los exfoliantes faciales físicos casi siempre causan más daño de lo que merecen la pena, ya que la abrasión puede destruir lentamente la barrera cutánea.
Por otro lado, los exfoliantes químicos utilizan ácidos suaves para disolver el “pegamento” que une las células muertas para revelar lentamente una piel más brillante y suave. Los exfoliantes químicos no solo son más suaves y efectivos que las fórmulas físicas, sino que también vienen en dos formas diferentes, dependiendo de las necesidades de tu piel. El mejor método para ti depende de tus preferencias, así como del tipo de piel que tengas.
¿Con qué frecuencia debemos exfoliar nuestra piel? El objetivo es ayudar suavemente a lo largo del proceso de exfoliación natural de nuestro cuerpo para que el rostro brille. Con lo cual, dependiendo del tipo de piel que tengamos tendremos que seguir estas indicaciones sobre la frecuencia:
- Para pieles sensibles: debe ser de manera suave y con una toallita húmeda o un exfoliante químico suave con porcentajes más bajos de ingrediente activo, una o dos veces por semana.
- Para pieles grasas: este tipo de piel tiene una mayor tolerancia a los ingredientes más resistentes y puedes exfoliarte hasta cinco veces por semana. Se puede hacer con un cepillo facial por la mañana y un peeling o suero exfoliante por la noche.
- Para pieles normales o mixtas: se puede utilizar cualquiera de estos métodos con buenos resultados hasta tres veces por semana.
Pero no todo el mundo tiene una piel apta pero este tipo de tratamientos. Si se sufre de acné crónico, por ejemplo, la piel ya está inflamada y la exfoliación solo irritaría más la piel. Tampoco se debe exfoliar la piel si se tiene cualquier corte o herida abierta, una infección o la piel está quemada por el sol.
Y tú, ¿qué método de exfoliación utilizas con frecuencia?
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