Tradicionalmente, los pantalones de chándal han sido los enemigos de la moda. La máxima fulminante y frecuentemente citada de Karl Lagerfeld: “Los pantalones deportivos son un signo de derrota. Has perdido el control de tu vida y te compras un chándal” resumía una actitud bastante común en algunos círculos de moda de lujo, pero muy poco a día de hoy.
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Pero el confinamiento nos trajo algunos cambios. Por ejemplo, en abril, la editora jefa de Vogue América, Anna Wintour, sorprendió a muchos seguidores al publicar una foto de su atuendo de trabajo en casa: un jersey de punto y unos pantalones deportivos. Para este contexto, hemos de saber que el año pasado en una entrevista, un fan le preguntó si usaba pantalón de chándal para estar por casa y ella respondió que no. Después de publicar esa foto, un usuario escribió: “Este podría ser el fin del mundo como lo conocemos. Anna Wintour ha sido vista en pantalón de chándal por primera vez”.
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Quizá no es el fin del mundo, pero posiblemente el fin (o el principio) de una era. Y, por supuesto, uniéndose a Wintour, muchas caras conocidas han aparecido en las redes sociales en los últimos meses con sus mejores looks de estar por casa, y son de lo más cómodo. Después de esto, es toda una tendencia que vemos por la calle, ya que las mil maneras de combinar estos pantalones han abierto un mundo de posibilidades a la moda sin renunciar a la comodidad.
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Pero no todo el mundo está convencido. Un editor de moda del LA Times escribió un artículo en contra del aumento del uso de estos pantalones cuando trabajamos desde casa. Quizá solo recordaba la última vez que el chándal fue popular (al principio de los 2000) con marcas como Juicy Couture y celebrities como Britney Spears, Lindsay Lohan y Paris Hilton (quien afirmó que tenía unos 100 pares de estos pantalones). Seguramente, este editor ha puesto al mundo entero en su contra.
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Quizá sea el nacimiento de una nueva ola de feminismo, o tal vez el athleisure finalmente ha tomado el control, pero ahora los pantalones de chándal no solo se aceptan, sino que son bienvenidos. Para muchos de nosotros, vivir en confinamiento se ha convertido en la nueva normalidad. El tradicional armario de horario laboral y uniformes ha pasado a un segundo plano frente a la ropa de estar por casa, al menos por el momento. Incluso en el contexto de una videoconferencia profesional desde casa, vestirse de cintura para abajo se ha vuelto algo considerablemente más relajado.
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Cuando se trata de combinar pantalones deportivos, las celebrities generalmente son las número uno para llevarlos en la calle con mucho estilo. Como personas que tienen la misma probabilidad de ser fotografiadas tanto yendo al supermercado como en la alfombra roja, ellas saben cómo divertirse con el athleisure, a menudo reutilizando los diseños monocromáticos que ofrecen muchas marcas y que se ha puesto tan de moda.
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No es fácil combinar comodidad y elegancia. Además, si prefieres estar en casa con sudaderas, estás de suerte. Un conjunto a juego crea un look hogareño más elevado y sin esfuerzo, incluso cuando eso significa algodón, felpa o forro polar de la cabeza a los pies. Un chándal combinado es una opción cómoda para ver películas o trabajar en casa, hacer una compra rápida en el supermercado o incluso hacer un buen entrenamiento sin tener que cambiarse. Elije entre juegos monocromáticos (un acierto para los minimalistas que buscan la comodidad) hasta combinaciones tradicionales inspiradas en el deporte para aquellos que desean apegarse al lado más atlético de esta tendencia.
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A veces, los pantalones deportivos favoritos para algunas mujeres son en realidad los de hombre, pero ¿cuándo ha sido eso un problema? La mayoría de este tipo de pantalones son unisex, fácil de combinar y complementar en un armario femenino como en uno masculino.
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Esta prenda es una de las más cómodas para estar por casa, para salir con tus amigos o para una cena familiar. Sin embargo, pocos artículos inspiran tantas opiniones diferentes como los pantalones deportivos. Sea cual sea la opción que elijas, no tengas miedo de arriesgar. Después de todo, ¡la comodidad es el objetivo final!
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Sin duda, hemos recorrido un largo camino (hacia adelante) con el clásico atuendo de oficina. Absolutamente, hay un lugar para un pantalón cómodo en el lugar de trabajo. ¿Es el chándal un indicador de un cambio mayor? Su popularidad en este momento puede precipitar un movimiento que se aleja de un atuendo más formal, un énfasis en parecer “profesional” en el trabajo, y más flexibilidad entre los límites de vivir y trabajar.
¿Cambiaremos nuestros chinos y faldas lápiz por algo con cintura elástica?
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